Xenofobia y Discriminación racial: Generalidades


Xenofobia y discriminación racial: generalidades
Se le llama Xenofobia (del griego xenos −ajeno, extraño, extranjero− y fobos −miedo, fobia, aversión), a toda discriminación y/o rechazo hacia personas ajenas al mismo grupo de pertenencia, es decir, todo aquel sentimiento de hostilidad, odio o repulsión hacia extranjeros (Bouza, 2002).
Se le denomina discriminación racial a todo rechazo hacia personas de diferente raza o grupo étnico.
Los términos xenofobia y discriminación racial, a pesar de estar ampliamente ligados, no son iguales.  Tal como explica Bouza (2002) en su artículo Xenofobia, toda discriminación racial tiene un tinte xenófobo pero no toda xenofobia contiene discriminación racial, ya que alguien que tenga diferente raza puede que sea de una misma nacionalidad o grupo de pertenencia.
La xenofobia se puede expresar a través de diversas maneras siendo las más comunes:
·         Las reacciones, en muchos casos violentas, en contra de inmigrantes que se dan en diversos países; siendo expulsados masivamente.
·         El extremo nacionalismo al considerar elementos foráneos, por ejemplo vocablos, como atentados a la “propia identidad”, haciendo un llamado a la “purificación”
Bouza (2002) explica:

Es posible que alguna forma de nacionalismo, más étnico que cívico (v. Nikolas,1999) necesite y explote la xenofobia como una forma de autoafirmación étnica identitaria. Y es posible que un número significativo de ciudadanos se vean impulsados emocionalmente a seguir esa clase de planteamientos. La pedagogía institucional debe evitar esta clase de adhesiones irracionales, y en eso consiste la función moderadora e interventora de las instituciones y de la sociedad civil organizada para llevar a la población ideas claras y eficientes sobre la cuestión. Lamentablemente, no deja de ser frecuente que algunos partidos usen el tema para mejorar sus posiciones electorales, y de esa forma incrementan la tensión xenofóbica, usando el descontento que el tema inmigratorio pueda producir en según qué sectores ciudadanos (p. 6)


Un ejemplo de lo anterior es el discurso ofrecido el 16 de junio de este año por el candidato a la presidencia estadounidense y magnate, Donald Trump. En este se refirió a los mexicanos como enemigos de Estados Unidos debido a que los “matan económicamente”. Entre sus declaraciones xenófobas dijo que “cuando México manda a su gente, no envían a los mejores, mandan a gente con muchos problemas (…), que traen drogas, crimen, violaciones”. También, en su plan Reforma Migratoria que hará a Estados Unidos grande de nuevo, establece una serie de nuevas medidas migratorias en las que se incluye construir un muro en la frontera sur de Estados Unidos (la cual debe ser pagada por el gobierno mexicano), la prohibición de la nacionalidad por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados y el aumento de tarifas de visas americanas y tarjetas de cruce fronterizo (para más información:  https://www.donaldjtrump.com/positions/immigration-reform  )

Curiosamente, a lo largo de la historia, la intensificación de la xenofobia coincide con las crisis económicas debido a que, durante estas, aumentan las inmigraciones. Así tenemos el surgimiento de doctrinas ultranacionalistas durante la crisis económica de 1929: el fascismo y el nazismo. El fascismo surge en Italia con Benito Mussolini como Duce (desde 1922) y buscaba la restauración del dominio italiano sobre el antiguo “Mare Nostrum” de los romanos: el Mediterráneo. Por su parte, el nazismo  surge en Alemania con Adolfo Hitler como Führer (desde 1933), doctrina que se declara racista y antisemita, siendo el pueblo judío perseguido y víctima de uno   de los genocidios más grandes de la historia: al final de la Segunda Guerra Mundial habían muerto más de seis millones de judíos (Yépez, 1961). De este modo, en su obra, Del Castillo (2004) explica:

Los nazis acabaron conquistando el apoyo de la mayoría de los alemanes (clase obrera incluida). Al presentarse con un programa tan popular como decidido, Los judíos sirvieron como chivo expiatorio tanto de la derrota en la guerra como de la crisis económica. Además al prometer a los tenderos, a los abogados, a los médicos, etc., la eliminación de los competidores judíos los nazis dispararon la codicia de mucha gente y supieron capitalizar el odio y el resentimiento contra una minoría fácilmente identificable (p. 311).

      La discriminación racial tiene bases históricas. Como ejemplo se tiene la estratificación social  impuesta por el Imperio Español durante la colonización: con el fin de proteger  la “pureza de la sangre”, se dividió a la población entre blancos o españoles, indígenas y negros. Los derechos que tenían las personas dependían de su “raza”. Con el mestizaje, esta estratificación no fue suficiente, creándose así un Sistema de Castas para los individuos que fueran producto del engendramiento de dos personas de diferente raza (Ramírez, 2009) [para más información consultar el artículo  ¿De Dónde Venimos? El Sistema de Castas del Imperio Español]

Siendo esta la era de la Globalización y Multiculturalidad, la xenofobia y la discriminación racial resulta absurda. Tal como explica Ramírez (2009), los seres humanos descendemos de un mismo grupo humano que, desde África, se dispersó por el mundo, por lo tanto nuestras semejanzas son más que nuestras diferencias. Además, es pertinente citar al autor cuando dice:   
 Actualmente, el concepto de “raza” y los fenómenos “racistas” asociados a los humanos afectan a la construcción social. La categorización racial o racialización tiene una larga historia, la misma que ha sido asociada a la superioridad, con un claro componente sicológico para identificar potenciales enemigos y aliados. Obviamente esto fue y ha sido empleado para efectos de discriminación y dominación, tanto en el pasado como en el presente. Sin embargo, la realidad biológica es diferente a esta construcción social; existe claramente la variación continua, las clinas (cambio gradual de rasgos fenotípicos de una misma especie por influjos y condiciones medio-ambientales), y los límites genéticos que cruzan el espacio geográfico sin rodearlo, y de esta manera definir grupos aislados de población.

"Si deseamos avanzar, debemos abrazar la diversidad."

“Todos los individuos y los grupos tienen derecho a ser diferentes, a considerarse y ser considerados como tales. Sin embargo, la diversidad de las formas de vida y el derecho a la diferencia no pueden en ningún caso servir de pretexto a los prejuicios raciales; no pueden legitimar ni en derecho ni de hecho ninguna práctica discriminatoria, ni fundar la política de apartheid que constituye la forma extrema del racismo” (UNESCO, 1981)

Daniela Romero
Coordinación de Documentación e Investigación
Apoyo UNIMET
Universidad Metropolitana


Bibliografía
Bouza, F. (2002). Xenofobia. Glosario para una Sociedad Intercultural. Valencia: España.
Del Castillo, J. (2004). Una lección magistral para entender el nazismo. Procesos de Mercado: Revista Europea de Economía Política. 1 (1), 307-311.
Ramírez, C. (2009). De genes, razas y racismo (Parte II). Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. 40 (1), 64-68.
Ramírez, L. (2009). ¿De Dónde Venimos? El Sistema de Castas del Imperio Español. Mundo Universitario. (30), 108-111.
Yépez, A. (1961). Historia Universal: Educación Básica 8°. Editorial Larense. Caracas: Venezuela. 

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